El agua que se extiende alrededor de la torre, combinada con la falta de aislamiento (en el caso de los antiguos anillos de anclaje), penetra en el espacio entre el anillo y el hormigón. Esto provoca una lixiviación cada vez mayor del hormigón durante los movimientos excesivos de la torre en relación con los cimientos. Por lo tanto, es importante eliminar el agua del área donde la torre se encuentra con los cimientos desde el principio y evitar la posterior y costosa inyección de resina. Para ello se utilizan todo tipo de sistemas de drenaje, que en combinación con cámaras de absorción e impermeabilización (p. Ej. Triflex Towersafe) son la solución perfecta para cualquier inversión.